Un buen día, cayó en mis manos el primer título de una conocida saga de magos. La verdad es que ya había visto un par de películas de dicha saga y me habían parecido muy entretenidas, así que, ni corto ni perezoso, cuando llegué a casa me puse a devorar el libro (la verdad es que ya llevaba mucho tiempo sin leer nada y lo cogí con ganas). El caso es que me enganchó (cosa que no logró en demasía su adaptación cinematográfica) y todas las demás partes de la saga fueron cayendo.
Así que, tras el rotundo éxito de dicha saga y para llenar el vacío que ha dejado en sus fans (y también pensando en los incondicionales del género, claro), empecé a escribir este libro del mismo corte mágico, inspirándome también en otras grandes (y clásicas) obras y películas del género.
He intentado crear un ambiente y un mundo similares a los de las obras anteriormente nombradas, al igual que el espíritu de camaradería que había entre los protagonistas, sin dejar de lado el humor y la acción, de las cuales también tendréis vuestra ración.
* * *
Bueno, pues las aventuras de esta, mi ópera prima, se desarrollan en un mundo (bueno, más bien, es un continente) llamado Ringworld. Ringworld es un mundo lleno de magia en el que se encuentran repartidas cinco torres que son, a su vez, grandes academias de magia (algunas ubicadas dentro de ciudades). Cada una de ellas tiene sus propias características y estilo/tipo de magia.
Bylo y sus amigos cursan sus estudios en una de ellas: la Torre del Anillo, una de las más antiguas y populares, en la que se practica magia blanca. Se encuentra tras las murallas de la ciudad de Itsmoor.
Cierto día, uno de los chicos de la pandilla libera, por cosas del destino (o no), un mal capaz de acabar con Ringworld. Así que nuestros amigos (con profecía de por medio) deberán detener la total destrucción de su tierra. ¿Lo conseguirán?
* * *
Otra cosa que debes saber, es que en Ringworld no se lanzan hechizos por mediación de varitas mágicas (como suele ser lo habitual), sinó que son anillos las herramientas encargadas para tal fin. Tampoco toda la gente de Ringworld son magos (algo que, por otra parte, veo totalmente ilógico), sinó que este don (normalmente) se hereda.
* * *
Bueno, y después de tanta parrafada, seguro que querrás leer el/los libro/s (al menos eso espero), así que, sin más que volver a agradecerte tu interés por la saga, me despido hasta nuestra próxima charla, la cual espero que no se demore demasiado ;)
Espero que disfrutes leyéndolos tanto como yo escribiéndolos,
doorstein.
Así que, tras el rotundo éxito de dicha saga y para llenar el vacío que ha dejado en sus fans (y también pensando en los incondicionales del género, claro), empecé a escribir este libro del mismo corte mágico, inspirándome también en otras grandes (y clásicas) obras y películas del género.
He intentado crear un ambiente y un mundo similares a los de las obras anteriormente nombradas, al igual que el espíritu de camaradería que había entre los protagonistas, sin dejar de lado el humor y la acción, de las cuales también tendréis vuestra ración.
Bueno, pues las aventuras de esta, mi ópera prima, se desarrollan en un mundo (bueno, más bien, es un continente) llamado Ringworld. Ringworld es un mundo lleno de magia en el que se encuentran repartidas cinco torres que son, a su vez, grandes academias de magia (algunas ubicadas dentro de ciudades). Cada una de ellas tiene sus propias características y estilo/tipo de magia.
Bylo y sus amigos cursan sus estudios en una de ellas: la Torre del Anillo, una de las más antiguas y populares, en la que se practica magia blanca. Se encuentra tras las murallas de la ciudad de Itsmoor.
Cierto día, uno de los chicos de la pandilla libera, por cosas del destino (o no), un mal capaz de acabar con Ringworld. Así que nuestros amigos (con profecía de por medio) deberán detener la total destrucción de su tierra. ¿Lo conseguirán?
Otra cosa que debes saber, es que en Ringworld no se lanzan hechizos por mediación de varitas mágicas (como suele ser lo habitual), sinó que son anillos las herramientas encargadas para tal fin. Tampoco toda la gente de Ringworld son magos (algo que, por otra parte, veo totalmente ilógico), sinó que este don (normalmente) se hereda.
Bueno, y después de tanta parrafada, seguro que querrás leer el/los libro/s (al menos eso espero), así que, sin más que volver a agradecerte tu interés por la saga, me despido hasta nuestra próxima charla, la cual espero que no se demore demasiado ;)
Espero que disfrutes leyéndolos tanto como yo escribiéndolos,
doorstein.